viernes, 4 de octubre de 2013

Meternales dudas

Creo que nunca he soñado con ser madre. Es cierto que me he derretido ante los bebés ajenos y en general soy amable ya hasta dulce con niños pequeños. He asumido el rol de madrastra con responsabilidad y respeto, y sentimientos muy poderosos de amor y empatía me unen hoy a mi "hijo".
 

Pero cuando pienso en una personita pequeñita que dependa de mí, a quién ame con locura y que me ame de regreso con la misma intensidad, no me veo a mi misma realizada, satisfecha y feliz en ese rol.

Mi terapeuta dice que establezco una distancia emocional con el posible hija/hijo que pudiera tener y en eso andamos, pasamos horas juntas tratando de descubrir si no quiero como una decisión libre o si no quiero porque hay cosas que tengo que resolver y que hacen que el hecho de no ser madre sea una reacción, casi una provocación. 
 

En los últimos meses me paso leyendo a y sobre mujeres con hijos y cuando hablo con madres trato de saber que las llevó a dejar de pensar (el cómo, hasta dónde, para qué) y pasar al acto de quedar embarazadas. De lo mucho visto y desde mi cómodo distanciamiento emocional, he podido identificar etapas: decisión, embarazo, parto y… el resto de la vida!!
 

  • De la decisión lo poco que creo haber entendido es que, salvo excepciones, embarazarse nunca es tan rápido como tirarse a la piscina  y entonces una vez tomada la decisión, se trabaja duro y parejo para obtener el objetivo de ser fecundada. (Yo sigo bloqueada en esta etapa).
  • Sobre el embarazo resulta que éstos varían hasta el infinito, hay desde las que lo disfrutan cada segundo, hasta las que sufren cada gramo.Cada historia es única y todas me han tocado el corazón.
  • Del parto, me quedan en general las historias dolorosas, esos gritos desgarradores de mujeres que van a separarse (para finalmente ver y unirse para siemere) de una criaturita que las ha acompañado durante varios meses. Peinso en esas parejas que tratan de unirse en un momento en el que uno de los dos está de más. Recuerdo a familias enteras seguir el evento con la emoción a flor de piel. Me han dolido las historias de veo mujeres solas desesperadas, seguras que con ese dolor todo vuelve a comenzar.
  • Y el resto de la vida? Pues ese terreno se mantiene borroso, sin detalles, en suspenso. Es como si, una vez que los hijos llegan - transformando cuerpos, reglas, agendas, casas, objetivos y demás -  todo cobra un sentido trascendental, todo tiene un significado evidente solo para los que se han atrevido a llegar hasta ahí. Sobre esta etapa, mis preguntas parecen incomodar por obvias y hasta irreverentes. 
Existen libros para cada año de vida de los críos, son innombrables los tips para cada etapa evolutiva, pero se escribe poco (casi nada) sobre lo que se transformó, sobre lo que se dejó atrás, sobre lo nuevo y eso es lo que me aterra. Me paraliza la posibilidad de desaparecer en esa experiencia, me angustia la obligación de reconstruirme en silencio mientras mi hijo/hija se contruye a vista de todos, me desespera imaginar mi vida con rumbo incierto a causa de un hijo o de una hija... me da pereza recomenzar, porque ya soy un poco madre! 


En estos meses,
no dejo de preguntarme permanentemente, cuántos hombres se toman tan en serio la decisión de tener hijos?. Los que deciden no tener hijos lo reafirman a diestra y siniestra, en voz alta, sin el menor cuestionamiento y presiento que se lo permiten porque se sienten seguros que tienen toda la vida para cambiar de opinión.
 
A mí en cambio, se me acaba el tiempo, y mi único temor es que una vez que ya no tenga más óvulos que se paseen felices por mis trompas de Falopio, de pronto descubra que sí, que quiero pasar por esa experiencia, que se acabó al distancia emocional que, sí quiero un hijo o una hija.... 


PD:
voy a comenzar a averiguar cómo congelar mis óvulos!

viernes, 23 de noviembre de 2012

Oficialmente renuncio a los piropos

Es indescriptible la ira que he sentido cuando algún desadaptado me ha lanzado un insulto en forma de piropo.

La impotencia ha llenado de lágrimas mis ojos al ser agredida verbalmente por un infeliz que me dijo algún un "piropo".

He insultado con odio, para canalizar la necesidad de golpear al bicho que se creyó muy gracioso al hacer un comentario sobre mis tetas, mi poto o mi vagina.

Me he largado acelerando el paso dignamente mientras seguía escuchando detrás de mí las risas de unos forajidos que a modo de piropo me dijeron lo que su lengua haría entre mis piernas.

Arriesgándome a ser más maltratada aún, algunas veces me les he parado en seco, he encarado al miserable que decía con tanta seguridad y descaro lo que se le antojaba hacer con mi cuerpo. Sus caras de sorpresa y hasta de burla ante mi cólera y desprecio me han hecho comprobar que para ellos eso era un piropo.

No importa cual haya sido mi reacción los he odiado a todos, pero lo peor es que ha sido inevitable sentirme sucia, no me he pedido controlar y cada vez he revisado, por unos culposos segundos, atentamente mi ropa para ver si no me lo merecía. Al mismo momento si hubiera podido los hubiera agarrado a patadas hasta que pidieran perdón llorando y ahogándose con sus mocos.

Pasado el shock me he repetido mil veces que no soy yo, que:

  • decir a diestra y siniestra tus deseos sexuales es irrespetuoso,
  • que sentirte libre y con derecho a desear en voz alta a cualquier persona del sexo opuesto es desadaptado,
  • que lanzar a desconocidas frases que hasta en la más tórrida intimidad serían subidas de tono es una agresión verbal y psicológica,
  • que agredir a desconocidas con descripciones de tus fantasías sexuales desde la protección de tu grupo es cobarde.

Frente a todo este malestar, a esos momentos de humillación estoy en contra de los "piropos", de TODOS. Porque si bien confieso que ha sido imposible no sonreír al escuchar a algún desconocido resaltar lo linda que soy, y que he caminado más derechita y contentita cuando algún otro desconocido me ha dicho que mi sonrisa había iluminado su día, eso no basta, eso es muy poco, no es suficiente, no vale la pena.

jueves, 14 de junio de 2012

Un año sin igual!

9 meses… simbólica duración, porque nos hemos pasado 9 meses esperando el desenlace, padre-hijo-madrastra, unidos en las malas y en las peores todo este período, los tres esperando ese resultado que haría que nuestra familia continúe su camino sin mayores desastres… 9 meses de año escolar, específicamente 3ero de media, 9 meses trabajando codo a codo para que el hijo pase de año!

Ya estamos en los descuentos, ya casi no queda nada por hacer, de nada sirve reprocharnos el no haber aprovechado mejor los primeros meses, los cuadernos en orden (por obligación) ya dieron todo lo que podían, no ayuda preguntarnos si algo hubiera cambiado si las interrogaciones en casa hubieran sido más estrictas, depositamos toda nuestra esperanza en las clases privada que se hacen más frecuentes y sin piedad la fase final se hace larga e interminable, se hace dura y penosa.

Al final, pese a todo lo hecho de nuestra parte y a pesar del seguimiento casi militar, el trabajo más duro es de una sola persona: mi hijo frente a sus exámenes.

Y ahora, justo cuando ya casi me caigo de extenuada por corretear a un adolescente de 15 años para que estudie, me pregunto, con esa deformación profesional que me caracteriza:
- A quien beneficia tanto desgaste?
- Si esta criatura bendita del señor no estudia, tiene sentido que yo me angustie en su lugar?
- Si a él no lo moviliza la posibilidad de pasar de o no de año escolar, es válido que yo me angustie en su lugar?
- Cuánto bien o mal puede hacerle repetir 1 año escolar, si delante suyo le quedan por le menos 65 años más?
- Será que de esta manera estoy reforzando una conducta que busca obtener otro tipo de atención?
- El hecho de repetir de año, nos jode más a nosotros en nuestro rol de padres que a él en su rol de estudiante?

No lo sé, o mejor dicho me aterra sentarme sola frente a esas preguntas porque siento que todas las respuestas me van a señalar con ese cruel dedo acusador, porque siento, como casi siempre desde que he asumido el rol de madre, que me equivoco a cada paso.

En este proceso hemos hechos miles de ejercicios de matemáticas como cómplices, también molestos o tristes o alegres o cansados. De estos meses recuerdo muchas peleas y muchas conversaciones (interesantes, repetitivas, desgastantes, tiernas, agotadoras), en este período nos hemos enfrentado como gatitos y como hienas salvajes y hemos logrado reírnos de nosotros mismos.

Ahora que pienso en el próximo año, ya sea que mi hijo repita o no, no soy capaz de decir si podría bancarme un año igual…

jueves, 27 de mayo de 2010

Ma de madrastra!

Es lógico ser consciente de todo los aspectos negativos de un ser humano, pero estar profundamente convencida que es una buena persona?

Cómo es posible poder observarte hacer algo que repruebo totalmente y unas horas después estar completamente segura que es solo un episodio pasajero?

Porqué puedo estar molesta durante días, semanas y meses con otros, por temas poco trascendentales y sin embargo, tengo ganas de protegerte y de calmarte apenas veo que el brillo de tus ojos se transforma en un laguito de lágrimas?

A quién se le ocurre poner las manos al fuego por alguien que desde hace semanas miente mirándome a los ojos?

Desde cuando sigo dándole una oportunidad a una persona a quién le expliqué mis miedos, dudas y esperanzas, esa persona que justamente mientras me da el beso de buenas noches se reafirma en mantenerme engañada?

Cuántos gritos furiosos, cuantos pañuelos empapados de lágrimas y de mocos me faltan, antes de dejar de darte el beneficio de la duda?

Dónde tengo instalado el botón off, que me permitirá reprimir las ganas de abrazarte y consolarte?

Qué es lo que me ata a este rol que me cansa y me aburre hasta la médula, mientras no te tenga delante mío?

En que lugar está ubicada esa fuente inagotable de paciencia para seguir ayudándote y acompañándote en tus deberes diarios?

No me reconozco en la manera de afrontar este período por el que estamos pasando. El dolor, el miedo y la tristeza están marcando mis días, pero nunca tanto como para pasar por alto que eres en gran parte responsable de mi felicidad, porque:

  • cuando siento que no voy a poder seguir en este proceso me regalas una de esas miradas que nos hace cómplices.
  • cuando ya no tengo razones para quedarme más tiempo en el trabajo y entro a casa a regañadientes me recibes con un beso lleno de esperanza.
  • cuando en la mañana presiento que todo saldrá peor que nunca me sonríes guardando la distancia.
  • cuando el aburrimiento, la pena y la angustia se convierten en dolores de cabeza insoportables, me traes una taza de te, una pastilla, una manta y no me sueltas la mano mientras vemos la tele juntos.

Hijo, acá tienes a tu madrastra, acá estaré siempre para acompañarte en los momentos difíciles, así te cuidaré hasta que seas demasiado grande, de esta manera te amaré hasta que sea vieja y odiosa. Ya no eres mi hijito, estás cambiando y yo voy a aguantar firme como un roble mientras te descubres y te construyes, para volver a conocerte.

martes, 7 de abril de 2009

Dolor normal...

Cuántas veces alguien formado para curar a las personas, se queda inmóvil frente al dolor ajeno?
Qué hace que alguien que tiene en sus manos el medicamento adecuado para acabar con el dolor de una persona, se niegue a dárselo?
Quién es capaz de dejar a un ser humano sufrir hasta el punto de estar dispuesto arrodillarse y suplicar por piedad?
Con qué derecho algún profesional de la salud con el poder decisión es capaz de escuchar los gritos de dolor de su prójimo sin hacer algo para aliviarlo?
Cómo un sujeto llega a convencerse que tiene el derecho de exigir a otro de soportar un dolor que nunca en su vida ha conocido, ni conocerá?
Dónde está escrito que soportar un dolor extremo hasta las últimas consecuencias está directamente ligado a la futura felicidad de otro?
Parir naturalmente está de moda y además está promovido por la OMS, por lo que a nivel mundial los hospitales usan, como indicadores de calidad de sus servicios de gineco-obstetricia, los porcentajes de partos naturales y de partos por cesárea. Esta tendencia pretende disminuir los costos y motivar al personal de salud a hacer un buen seguimiento de los embarazos. Esto hace que muchos médicos no solo propongan a sus pacientes esta alternativa, sino que la defienden y la imponen hasta las últimas consecuencias, llegando a situaciones incomprensibles.
Dar a luz naturalmente está asociado al dolor extremo, porque las contracciones son una forma de preparar al bebe y a la madre. Pero esta tendencia tan cool en apariencia significa muchas veces interminables periodos de dolor para las mujeres y la insólita adopción del rol de "todopoderoso" de parte del médico (a) de turno.
El personal de salud que interviene en un parto se comporta como si la palabra de la paciente no tuviera valor alguno y solo cuenta la opinión del médico/anestesista de turno. Ellos sin sentir lo que una mujer padece la animan a "seguir un poquito mas", a "soportar por el bebé", a "probar de lo que son capaces de hacer por sus hijos", a "aguantar porque esta es la parte más fácil del camino", a "seguir adelante porque al final todas las mujeres encuentran la fuerza".
Pero con qué derecho hacen eso?
Lo primero que pienso es en un castigo. Cada vez que escucho lo que hacen padecer a una mujer que va a dar a luz, me da la impresión que la estamos castigando: "querías un hijo, no?, " sufre calladita... la sarna con gusto no pica". Pero me digo que no, que no es posible, que esa no puede ser una razón.
Entonces puede ser que esta indolencia frente al dolor de una parturienta se deba a la inmunidad que les da nuestro instinto animal. Ese instinto nos permite olvidar la magnitud del dolor, nuestro cerebro no es capaz de recrear la intensidad del dolor voluntariamente. Entonces la pócima está servida: una vez pasado el trágico episodio y con la dosis adecuada de alegría por ver a un bebé recién nacido, pues ni visto ni vivido, entonces impunidad garantizada.
Otra idea un poco descabellada, es que exista en el inconsciente colectivo la convicción que las mujeres son más valientes que los hombres, que aguantan mejor el dolor, y que sobre todo las madres están predispuestas a hacer y soportar todo por sus hijos. Entonces los testigos del dolor de una mujer en trabajo de parto, se refuerzan entre ellos la idea de que si ellos resisten a la tentación de ayudar, entonces esa mujer se dará cuenta de que de verdad no le duele tanto, se callará la boca y hará lo que "sabe hacer". Será posible?.
En cualquier caso, el personal de salud que se ocupó de cuidar a mi hermana durante su parto debe agradecer a todos los santos habidos y por haber por el hecho de que yo estuviera atrapada a miles de kilómetros de distancia. Porque de haber estado presente cuando ignoraban su dolor, cuando osaban retarla a continuar sufriendo, cuando ganaban tiempo antes de aliviarla, si hubiera estado ahí, les hubiera roto el kiosco!!!!
… te pido disculpas en nombre de todos esos necios!!

jueves, 19 de marzo de 2009

Había una vez....

Érase una vez, un pacífico reino denominado Herzlica.
El monarca de tan agradable feudo era un hermoso, paciente y sabio príncipe que compartía en armonía su vida con su esposa, una majestuosa princesa y su maravilloso, brioso y casi adolescente hijo.
Un soleado día de fines de invierno, el encantador mozo solicitó la compañía y consejo de su padre para la adquisición de unos parlantes para su nuevo aparato de esparcimiento. El siempre dispuesto príncipe aceptó la invitación, a pesar de tener el presentimiento que al hacerlo, un enorme peligro perturbaría la paz en el reino.

Llegado el día, el atractivo rey y su único y bien amado vástago salieron en armonía, más unidos que nunca y muy entusiasmados a recorrer las principales expenderías de artículos electrónicos en busca de los tan anhelados parlantes.
Cabe decir que el riesgo de esta misión no eran los dragones o monstruos que habitualmente acechaban al reino, sino los múltiples espectros que empezaban a emerger en el joven corazón del púber y los innombrables demonios que reposaban en el alma del bondadoso príncipe.
Ambos nobles personaje recorrieron juntos innombrables dependencias antes de encontrar el tan codiciado artículo. Transcribo a continuación el diálogo que describe la magnitud del enfrentamiento que se llevó a cabo:
- Mirad mi bien amado padre, de este lado se encuentran los objetos que por los cuales nos hemos desplazado hasta acá
- Oh! Mi adorado retoño, me alegra sobremanera ser testigo de tan dichoso hallazgo
- Mi venerado progenitor, dejadme explicaros las cualidades de estos objetos
- Dime con sinceridad mi querido vástago, estás seguro que son los accesorios más adecuados para tu medio de comunicación inalámbrico?
- Absolutamente padre venerado, os puedo decir que estoy seguro, tan seguro como que el sol brilla cada mañana
- Mi adorado pequeño, eres tan joven, tan lleno de ideales como de inexperiencia, aun no conoces muchos aspectos de la vida y sus complicaciones, déjame enseñarte como evitar traspiés innecesarios
- Pero padre yo lo he visto por Internet y puedo decirte que son los que necesito
- Espera hijo mío, voy a preguntar al comerciante
- …..
- El vendedor, dice que no son parlantes que necesitas que son incompatibles
- Y yo te digo que he visto que este modelo, el RT700 y mi teléfono móvil son compatibles
- Pues parece ser que viste mal, debes haber visto el RT600 porque este de acá no es compatible
- Pero papá, yo te digo que los he visto por Internet en la página de la marca!
- No seas necio, este señor conoce su trabajo y te está diciendo que no!
- Pero mira, la entrada del cable es igualita a la de mis audífonos!
- Cuando te pones así de terco me da ganas de ahorcarte!
- Solamente te digo que yo estoy seguro que si son los parlantes que buscamos!
- Mira, si llegando a la casa, me muestras donde has leído que son compatibles, te prometo que mañana encuentro tiempo de donde no tengo y vengo a comprarte los parlantes
- Pero podemos comprarlos ahora
- Te he dicho que no son compatibles y si son los compraré mañana y si no son, te daré un cocacho
- En la casa te mostraré la foto
- Qué foto?
- La de Internet dónde dicen que son compatibles
- No se dice foto, se dice website, ya vez, si no sabes ni siquiera sabes los nombres…
- Ay papá da lo mismo… podríamos comprarlos hoy
- Ya te he dicho lo que haremos, de acuerdo?
- …..
- Mejor así
….y así fue que padre e hijo dejaron de vivir bajo el encanto de un cuento de hadas y así será por los próximos 7 años, durante los cuales ambos deberán enfrentarse más de mil veces antes de dominar sus demonios y fantasmas.

En realidad esos dos han comenzado a ser maravillosa y simplemente padre e hijo-semi-adolescente... y yo en el medio!!

lunes, 16 de marzo de 2009

Cosas de chicas y chicos

- Fiore quieres que te ayude en algo?
- No bebé, gracias
- Ya pues, quiero ayudarte, dime que puedo hacer?
- Bueno, si quieres lava los platos que hay en el lavadero
- Ah! NO! esas son cosas de chicas
Y ahí estábamos una semana antes del día mundial de la mujer, en la cocina de mi departamento, yo lo miraba estupefacta, con la cuchara de palo inmóvil goteando salsa roja y él parado delante mío, mirándome a los ojos y con los brazos cruzados.
- Qué has dicho?
- Que no me pidas esas cosas, dime que puedo hacer!
Era imposible para mi cerebro dejar pasar esa frase hacia mi corazón, porque quién la decía era no solo mi hijo adoptivo, sino ese pequeño angelito a quién crio después de casi 5 años. Esa personita con quién comparto mi vida y largas horas de conversación sobre todo y nada. Esa boca que había respondido de esa manera, era del niño que se pone de mi lado cuando mi marido me molesta, aunque sea de broma, ese mismo que se dice orgulloso de mí por haber aprendido tan rápido el francés y por tener el coraje de tomar clases de nerlandés.
- Qué? Por qué me miras así?
- Porque lo que acabas de decir es una tontería enorme…
- Sí, ya sé, pero es lo que dice todo el mundo
- ...
- Lavar la vajilla es para las chicas, no?… pero por tus ojos ya sé que no he debido decir eso
- Tienes razón y ahora no solo harás la vajilla hoy sino en los próximos días
- No pues… !!!
- ….
Mientras él se ponía manos a la obra, requintando entre dientes que yo no era capaz de creer que habás sido una broma. Mientras lo miraba lavar los platos, pensaba en que momento dejé que pasara esto, cómo así mi niño empezó a créer que realmente hay cosas de la vida cotidiana que son solo para mujeres y otras solo para hombres.
- Estaba bromeando Fiore !!
- ....
Realmente estaba bromeando? Estaba repitiendo una frase hecha que se dice por decir y que le salió en el momento?, ciertamente no lo pensaba? Porqué se paró así en seco y cruzó los brazos como si realmente le hubiera pedido hacer algo que lo ofendía?
- Qué otras cosas crees que son para chicas y no para chicos?
-… nada… ninguna, era una broma!
- Pero dime, de verdad piensas que lavar la vajilla te hace menos chico?
- Te digo que era una broma, no lo pensé realmente…
- A mí me dio la impresión que estabas super convencido
- Eso dice todo el mundo, pero yo sé que no es cierto
- De verdad lo sabes?
- Sí de verdad, si mi papá lava siempre los platos
Respiré profundamente, me perdoné un poco de haber fallado y lo perdoné un poco de haber repetido una tonta frase común, una « bromita ».
- Amorcito, hay muy pocas cosas que las personas pueden o deben hacer solo porque son mujeres u hombres, todas las demás son cosas, labores o trabajos que todo ser humano puede hacer, sin tener en cuenta su sexo
- Ya sé Fiore, yo sé, te digo que era una broma
- Sí, quizá, pero esas bromas no me gustan porque de tanto hacerlas terminas creyendo que tienen una parte de realidad… y además igual vas a lavar los platos por varios días hasta que veas que no se te caen las manos, ni que te vuelves chica…
- Asssh!!! A veces eres bien pesada
Ya ha pasado casi un mes de eso y si bien he «perdonado» esa broma de mi niño, estoy segura que no pararé de cuestionarme por lo que estoy haciendo cada día por enseñarle que las labores de la casa no son cosas de chicas, que ese tipo de diferencias deben dejar de ser bromas porque para muchos son reales e incuestionables...
En todo caso ojalá tenga la energía necesaria para hacer lo suficiente para que mi niño sea alguien valioso y para seguir haciendo de mi vida un modesto ejemplo que él no desee con todas sus fuerzas rechazar.