lunes, 25 de agosto de 2008

Se acabaron los juegos Olímpicos

Felizmente ya se acabaron los J.O. porque ya me estaban complicando demasiado la vida. Digamos que cada día que veía los juegos en la tele, no podía evitar sentirme cómplice de cualquiera que no respete los mínimos derechos humanos. Cuando miraba a los atletas dar todo de sí, de pronto recordaba cuantas veces, en el pasado, el deporte ha servido para maquillar encierros, torturas, robos, injurias, violaciones, etc.
A pesar de eso (y con mi consciencia gritándome que era una necia), también he sido capaz de disfrutar del esfuerzo de los participantes, he compartido la alegría de deportistas que se sobrepasaban, que lograban sus metas, que superaban sus límites.
También me he enojado con árbitros injustos, he sufrido con los que llegaban últimos en las carreras de ateltismo, y me han dolido las lesiones de los que se sacaron la mugre.
Pero cada día, frente a la televisión, estaba harta de ver tantos deportes y no sentirme motivada por ninguno. Ni uno solo me llama la atención como para ponerme manos a la obra y sin embargo podemos decir que cada olimpiada nos ofrece novedades en este tema.
Seguramente no entiendo el sentido de los J.O. en eso de que deportes se incluyen, pero sé que están por sacar de la lista al «baseball» y entonces por qué ví una competencia de «bici cross»? eso ya me pareció un exceso, pero es posible que se deba a que soy una retrógrada en eso de los nuevos deportes de competición?.
En todo caso estoy muy contenta que los J.O. duren solo algunas semanas, porque si no entonces mi indiferencia por la práctica de cualquier deporte se convertiría en un rechazo absoluto.