Cuando ya no había ropa que estorbara y sus besos se dirigían a mi cuello (del lado de la oreja derecha), sentí cosquillas y no pude evitar reirme, él se río un poco tambien y atacó la oreja izquierda, y todo bien, una sensación agradable.
Una vez seguro que provocaba en mí las sensaciones correctas, siguió avanzando a besos la ruta hacia mis senos y exactamente cuando estaba atacando la teta izquierda, no puede evitar soltar otra carcajada, porque sentía muchas cosquillas. Mi marido, sonrió otra vez pero con cara de, qué te pasa?. Yo lo animé a continuar y él siguió acariciando y besando. Sus besos y sus manos me provocaban, me seducían, me encendían y todo iba bien hasta que alguna parte de su cuerpo o su aliento tocara/rozara mi oreja derecha o mi teta izquierda, cuando eso ocurría el resultado era inmediato, me moría de risa!!.
No sé porque pero "esas dos" no estaban erotizadas esa noche, no comprendo porqué no respondían «adecuadamente» a sus caricias, no me explico como estaban tan sensibles que un simple contacto me arrancaba una carcajada.
Algunas veces hemos comenzado a hacer el amor luego de una batalla de cosquillas, pero esta vez era diferente, aunque a mí en particular me parecía gracioso y sexy, era evidente que él se sentía un poco incómodo, para él mi reacción, no era sensual, y perdía poco a poco el entusiasmo, pero yo seguía muy interesada de experimentar esas dos sensaciones a la vez y le pedí que siguiéramos haciendo el amor pero que me dejara reir, que aunque le fastidiara,n que no hiciera caso a mis carcajadas, que tomara aire o pensara en otra cosa pero que continuara.
Y como él es un encanto, puedo decir que hice el amor muerta de risa y que la pasé muy pero muy bien!!.