Hoy no tengo ganas de ir a la cama para dormir, porque no quiero que sea mañana.
Es la una de la madrugada y sentada en la ventana pienso que alguien en alguna parte debe estarla pasando peor que yo.
Hoy no ha sido un día maravilloso, ni especialmente malo, solamente quiero que siga siendo hoy por unas cuantas horas.
Hay millones de cosas que podría hacer además de sentarme a mirar la televisión, pero por lo menos no he tocado las papitas fritas que están en la mesita de centro.
Hoy no quería ver a mi hijo, porque me desborda con su energía, con las miles de cosas que quiere mostrarme, con las historias que cuenta, con su sonrisa al mirarme decir "no" o decir "si".
Hoy fue un día como cualquiera, solo que no pensé mucho y puedo decir que las horas pasaron volando y me sentí ligera.
Antes de acostarte dejaste en calro cuanto me deseas, y aunque deseaba hacer el amor contigo, preferí dejarte ir a dormir solo, porque de haber sedido hubiera estado muy temprano en la cama.
Felízmente mi gata, que está loca, no me ha hecho el menor caso, no se ha acercado para ronronearme y pedirme cariños y tampoco me ha rasguñado.
Hoy ya ni siquiera es hoy, ya es ayer y sigo sin querer que se acabe.
Es la una de la madrugada y sentada en la ventana pienso que alguien en alguna parte debe estarla pasando peor que yo.
Hoy no ha sido un día maravilloso, ni especialmente malo, solamente quiero que siga siendo hoy por unas cuantas horas.
Hay millones de cosas que podría hacer además de sentarme a mirar la televisión, pero por lo menos no he tocado las papitas fritas que están en la mesita de centro.
Hoy no quería ver a mi hijo, porque me desborda con su energía, con las miles de cosas que quiere mostrarme, con las historias que cuenta, con su sonrisa al mirarme decir "no" o decir "si".
Hoy fue un día como cualquiera, solo que no pensé mucho y puedo decir que las horas pasaron volando y me sentí ligera.
Antes de acostarte dejaste en calro cuanto me deseas, y aunque deseaba hacer el amor contigo, preferí dejarte ir a dormir solo, porque de haber sedido hubiera estado muy temprano en la cama.
Felízmente mi gata, que está loca, no me ha hecho el menor caso, no se ha acercado para ronronearme y pedirme cariños y tampoco me ha rasguñado.
Hoy ya ni siquiera es hoy, ya es ayer y sigo sin querer que se acabe.