jueves, 19 de marzo de 2009

Había una vez....

Érase una vez, un pacífico reino denominado Herzlica.
El monarca de tan agradable feudo era un hermoso, paciente y sabio príncipe que compartía en armonía su vida con su esposa, una majestuosa princesa y su maravilloso, brioso y casi adolescente hijo.
Un soleado día de fines de invierno, el encantador mozo solicitó la compañía y consejo de su padre para la adquisición de unos parlantes para su nuevo aparato de esparcimiento. El siempre dispuesto príncipe aceptó la invitación, a pesar de tener el presentimiento que al hacerlo, un enorme peligro perturbaría la paz en el reino.

Llegado el día, el atractivo rey y su único y bien amado vástago salieron en armonía, más unidos que nunca y muy entusiasmados a recorrer las principales expenderías de artículos electrónicos en busca de los tan anhelados parlantes.
Cabe decir que el riesgo de esta misión no eran los dragones o monstruos que habitualmente acechaban al reino, sino los múltiples espectros que empezaban a emerger en el joven corazón del púber y los innombrables demonios que reposaban en el alma del bondadoso príncipe.
Ambos nobles personaje recorrieron juntos innombrables dependencias antes de encontrar el tan codiciado artículo. Transcribo a continuación el diálogo que describe la magnitud del enfrentamiento que se llevó a cabo:
- Mirad mi bien amado padre, de este lado se encuentran los objetos que por los cuales nos hemos desplazado hasta acá
- Oh! Mi adorado retoño, me alegra sobremanera ser testigo de tan dichoso hallazgo
- Mi venerado progenitor, dejadme explicaros las cualidades de estos objetos
- Dime con sinceridad mi querido vástago, estás seguro que son los accesorios más adecuados para tu medio de comunicación inalámbrico?
- Absolutamente padre venerado, os puedo decir que estoy seguro, tan seguro como que el sol brilla cada mañana
- Mi adorado pequeño, eres tan joven, tan lleno de ideales como de inexperiencia, aun no conoces muchos aspectos de la vida y sus complicaciones, déjame enseñarte como evitar traspiés innecesarios
- Pero padre yo lo he visto por Internet y puedo decirte que son los que necesito
- Espera hijo mío, voy a preguntar al comerciante
- …..
- El vendedor, dice que no son parlantes que necesitas que son incompatibles
- Y yo te digo que he visto que este modelo, el RT700 y mi teléfono móvil son compatibles
- Pues parece ser que viste mal, debes haber visto el RT600 porque este de acá no es compatible
- Pero papá, yo te digo que los he visto por Internet en la página de la marca!
- No seas necio, este señor conoce su trabajo y te está diciendo que no!
- Pero mira, la entrada del cable es igualita a la de mis audífonos!
- Cuando te pones así de terco me da ganas de ahorcarte!
- Solamente te digo que yo estoy seguro que si son los parlantes que buscamos!
- Mira, si llegando a la casa, me muestras donde has leído que son compatibles, te prometo que mañana encuentro tiempo de donde no tengo y vengo a comprarte los parlantes
- Pero podemos comprarlos ahora
- Te he dicho que no son compatibles y si son los compraré mañana y si no son, te daré un cocacho
- En la casa te mostraré la foto
- Qué foto?
- La de Internet dónde dicen que son compatibles
- No se dice foto, se dice website, ya vez, si no sabes ni siquiera sabes los nombres…
- Ay papá da lo mismo… podríamos comprarlos hoy
- Ya te he dicho lo que haremos, de acuerdo?
- …..
- Mejor así
….y así fue que padre e hijo dejaron de vivir bajo el encanto de un cuento de hadas y así será por los próximos 7 años, durante los cuales ambos deberán enfrentarse más de mil veces antes de dominar sus demonios y fantasmas.

En realidad esos dos han comenzado a ser maravillosa y simplemente padre e hijo-semi-adolescente... y yo en el medio!!

lunes, 16 de marzo de 2009

Cosas de chicas y chicos

- Fiore quieres que te ayude en algo?
- No bebé, gracias
- Ya pues, quiero ayudarte, dime que puedo hacer?
- Bueno, si quieres lava los platos que hay en el lavadero
- Ah! NO! esas son cosas de chicas
Y ahí estábamos una semana antes del día mundial de la mujer, en la cocina de mi departamento, yo lo miraba estupefacta, con la cuchara de palo inmóvil goteando salsa roja y él parado delante mío, mirándome a los ojos y con los brazos cruzados.
- Qué has dicho?
- Que no me pidas esas cosas, dime que puedo hacer!
Era imposible para mi cerebro dejar pasar esa frase hacia mi corazón, porque quién la decía era no solo mi hijo adoptivo, sino ese pequeño angelito a quién crio después de casi 5 años. Esa personita con quién comparto mi vida y largas horas de conversación sobre todo y nada. Esa boca que había respondido de esa manera, era del niño que se pone de mi lado cuando mi marido me molesta, aunque sea de broma, ese mismo que se dice orgulloso de mí por haber aprendido tan rápido el francés y por tener el coraje de tomar clases de nerlandés.
- Qué? Por qué me miras así?
- Porque lo que acabas de decir es una tontería enorme…
- Sí, ya sé, pero es lo que dice todo el mundo
- ...
- Lavar la vajilla es para las chicas, no?… pero por tus ojos ya sé que no he debido decir eso
- Tienes razón y ahora no solo harás la vajilla hoy sino en los próximos días
- No pues… !!!
- ….
Mientras él se ponía manos a la obra, requintando entre dientes que yo no era capaz de creer que habás sido una broma. Mientras lo miraba lavar los platos, pensaba en que momento dejé que pasara esto, cómo así mi niño empezó a créer que realmente hay cosas de la vida cotidiana que son solo para mujeres y otras solo para hombres.
- Estaba bromeando Fiore !!
- ....
Realmente estaba bromeando? Estaba repitiendo una frase hecha que se dice por decir y que le salió en el momento?, ciertamente no lo pensaba? Porqué se paró así en seco y cruzó los brazos como si realmente le hubiera pedido hacer algo que lo ofendía?
- Qué otras cosas crees que son para chicas y no para chicos?
-… nada… ninguna, era una broma!
- Pero dime, de verdad piensas que lavar la vajilla te hace menos chico?
- Te digo que era una broma, no lo pensé realmente…
- A mí me dio la impresión que estabas super convencido
- Eso dice todo el mundo, pero yo sé que no es cierto
- De verdad lo sabes?
- Sí de verdad, si mi papá lava siempre los platos
Respiré profundamente, me perdoné un poco de haber fallado y lo perdoné un poco de haber repetido una tonta frase común, una « bromita ».
- Amorcito, hay muy pocas cosas que las personas pueden o deben hacer solo porque son mujeres u hombres, todas las demás son cosas, labores o trabajos que todo ser humano puede hacer, sin tener en cuenta su sexo
- Ya sé Fiore, yo sé, te digo que era una broma
- Sí, quizá, pero esas bromas no me gustan porque de tanto hacerlas terminas creyendo que tienen una parte de realidad… y además igual vas a lavar los platos por varios días hasta que veas que no se te caen las manos, ni que te vuelves chica…
- Asssh!!! A veces eres bien pesada
Ya ha pasado casi un mes de eso y si bien he «perdonado» esa broma de mi niño, estoy segura que no pararé de cuestionarme por lo que estoy haciendo cada día por enseñarle que las labores de la casa no son cosas de chicas, que ese tipo de diferencias deben dejar de ser bromas porque para muchos son reales e incuestionables...
En todo caso ojalá tenga la energía necesaria para hacer lo suficiente para que mi niño sea alguien valioso y para seguir haciendo de mi vida un modesto ejemplo que él no desee con todas sus fuerzas rechazar.