lunes, 29 de diciembre de 2008

Bruselas y yo!

Hoy hace exactamente 4 años que aterricé en Bruselas teniendo como plan casarme, trabajar y regresar a vivir en Lima en 2 años como máximo.

Mis padres estaban un poco aterrados de mi nueva aventura, y yo traté de tranquilizarlos con mi mejor argumento: voy a vivir y viajar por Europa, voy a aprender francés y voy a estudiar un master, voy a tener una experiencia de trabajo en el extranjero, voy casarme con el hombre que amo y vamos a formar una familia. Si todo sale bien, en 2 años estaré de regreso, feliz de la experiencia vivida, con una familia (hijo incluido sin pasar por el embarazo) y mejor preparada para retomar mi vida profesional en Lima. Pero, en el peor de los casos, regresaré después de haber viajado por Europa, con un master, conociendo el francés muy bien y con el corazón destrozado, regresaré a casa a lamerme las heridas y espero que como siempre estén ahí para decirme que todo irá bien. Entonces, que puedo perder?... y aunque no los convencí del todo, creo que respiraron un poco mas tranquilos.

El 29 de diciembre del 2004, Michael se estacionó delante de nuestro apartamento y el apuro por llegar arriba para hacer el amor, me impidió darme cuenta que estaba entrando a MI CASITA! No pensé que de ahí saldría para casarme, que ahí regresaría llorosa de cada visita a Perú, que ahí debería recomponerme cada vez que sintiera que ya no podía más y que ahí sería muy feliz.

Bruselas me ha permitido en estos 4 años, ser una permanente turista que descubre calles, plazas, tiendas, museos, cafés cada vez que necesitaba perderme. Me ha regalado dos años de absoluto anonimato, durante los cuales he salido a la calle sin maquillarme ni pasarme un cepillo por el cabello y sin temor a cruzarme con un conocido en cualquier esquina.

Esta capital europea me ha permitido comprar y vestir ropa de todos los estilos y colores, he adoptado cada día el look que me daba la reverenda gana, porque de por sí soy rara en esta ciudad y entonces, para que esforzarme en pasar inadvertida?. Esta ciudad me enseñó a utilizar y defender como trabajadora mi derecho de estar enferma y de rechazar horarios esclavistas (aunque no siempre lo hice!!).

Por cuatro años el clima de Bruselas me ha tetanizado de frío y me ha frustrado en mi búsqueda del bronceado perfecto, pero me ha regalado paisajes maravillosos, llenos de anaranjados y ocres, o de blancos y grises.

En 48 meses he desarrollado una gran tolerancia a la duración de los días. En invierno, la luz del día puede empezar a brillar solamente a eso de las 9am y nos abandona a las 4pm. Y aunque me parezca una aberración total he aceptado y aprovechado que en verano los días soleados empiezan a las 5am y terminan a las 10pm.

Todavía deberemos quedarnos en Bruselas un par de años más y sigo extrañando sentirme dueña de mi ciudad, de pasearme por sus recovecos, de requintar contra sus defectos, de aprovechar sus encantos y de conocer sus límites para poder escapar cuando quiera. Aunque parece mucho tiempo 24 meses, estoy segura de que Bruselas seguirá siendo generosa conmigo porque a las buenas y a las malas se está metiendo en mi piel.

Lo que me empieza a preocupar es cómo me recibirá Lima?

martes, 23 de diciembre de 2008

Chata soy!!


Yo mido, 1.54cm bien estiradita y mi esposo, sin problema llega a 1.95cm, entonces si sacamos cuentas al ojo no más, una de esas reglas de plástico transparente que llevábamos al colegio, se queda corta entre nosotros.
La última vez que salí con alguien tan grande (ese chico era mas bien, súper flaquito) no me sentí nada bien caminando por las calles a su lado y decidí que 1.85cm era más que suficiente en cuestión de diferencia de tallas.
La primera vez que vi a mi esposo en vivo y en directo, (después de poco más de 6 meses de coqueteos por el Chat) un detalle que me impresionó y casi incomodó fue su gran altura, lo otro fue el hecho de que es mas bien "agarrado" (corpulento, bien formado, musculoso…) y eso lo hace verse todavía más imponente; así en algunos segundos pensé que no, que ahí no más quedaba nuestra historia.
Para ir del aeropuerto a mi casa tomamos un taxi y una vez sentados, deje de lado el detalle de su tamaño y confirmé que me gustaba su olor, me encantó la apariencia de su piel, besé sus carnosos labios, comprobé que su acento al hablar en castellano me estremecía, sentí sus enormes manos acariciarme y presionarme contra él y disfruté de su compañía.
Al bajar del auto, ya casi había olvidado lo chiquita que se me veía a su lado, solo que al entrar al departamento de mis padres, al verlo agacharse para esquivar los dinteles de las puertas y poner atención para no chocarse con las lámparas del techo, volví a considerar la posibilidad de dejar todo ahí no más.
Y así pasé algunos días, animándome por creer en una historia de amor con ese chico tan maravilloso, y desanimándome porque siendo yo tan chiquita y él tan grande, era más fácil no intentarlo.
Han pasado casi 5 años de ese primer encuentro en el aeropuerto de Lima, y salvo por que me lo recuerdan las miradas de gente de la calle, casi he olvidado los 41cm de diferencia entre nosotros y hasta soy capaz de caminar a su lado sin tacos. Que si eso me pasa porque lo amo locamente? Oui, quizá, pero yo me inclino más por la posibilidad de que, de tanto empinarme para besarlo, he sufrido una lesión, en la base del cerebro, que ha perturbado mi percepción de los tamaños.
La última vez que estuve en Perú todos mis amigos a los que en general consideraba de talla media-alta (digamos entre 1.72cm y 1.80cm) me parecieron mas bien "normalitos no más", los que sin mucho esfuerzo eran mas altos que yo (digamos entre 1.60cm y 1.70cm) los percibí como tirando para "chatos", y solo los que verdaderamente se acercaban a la altura de mi esposo me parecieron altos.
Si eso parece una locura, hay que tener en cuenta que ese cambio de percepción de los otros, también se aplica a mi autopercepción, porque aunque no sé exactamente en que momento de estos 5 años de conocer a mi marido, yo, para mi misma me coloco en la nueva categoría de "normalitos no más". Si, lo sé, eso confirma, que la lesión que he sufrido es más grave de lo que parece, pero no se agobien, pueden seguir llamándome "chata".

viernes, 19 de diciembre de 2008

Estuve de baile!!!

El sábado pasado le pedí a mi esposo que me acompañara a la fiesta de cumpleaños una amiga peruana. Aunque mis ímpetus juergueros han menguado un poco, me provocaba ir porque estaba segura de que pondrían alguna salsa y entonces podría ver a Mickey poner en práctica los 10 pasos de baile que conoce y que ensaya 20 segundos cada 17 días.

Al llegar encontré que había música en vivo, había cinco chicos vestidos con ropa "típica" de latinoamérica (si algo así existe) y tocaban guitarra, charango, tambor, zampoña y demás.

Luego del pisco-souer de bienvenida, el ambiente que había me hizo sentir casi como en una buena fiesta de familia o como en una de las "primadas" (reuniones mensuales de los primos del lado de mi padre).

Al ritmo de un buen huaylas, los pocos peruanos saltaron al medio de la sala y cogieron de las manos a quién tuvieran al lado, belgas o peruanos, para hacer un círculo que se acercaba y alejaba de la santa que feliz zapateaba, rodeada pero sin perturbarse.

Mi amiga desde el centro del círculo, movía la cabeza con una gracia que me hacía recordar a mi tía Anita, cogía los bordes de su lindo vestido dorado y los sacudía con ritmo y coquetería como mi tía Frida lo haría, y tenía ese gesto en la cara, mezcla de coquetería, vergüenza y entusiasmo que me recordaron a mi madre.

La siguiente canción fue un huayno y una tía de la cumpleañera me sacó a bailar, y ella zapateaba tan lindo que nos cogimos de las manos para dar vueltas mientras seguíamos dándole al piso (ella con mucha gracia y yo con muchas ganas), luego me sorpredió de un caderazo y yo muerta de risa le devolví el favor y así empezamos a bailar alrededor de la pista buscando con quién intercambiar caderazos y seguímos bailando muertas de risa.

Antes de irse, los músicos se lanzaron con el huayno que dice "este pollito que tú me regalaste, este pollito…pio, pio, pio, siempre me dice" y entonces casi todos los invitados estaban bailando. Como buenos alumnos, los belgas intentaban zapatear, pero más bien saltaban, también se cogían de las manos, pero más para hacer la ronda al estilo europeo y algunos atrevidos empezaban a empujarse, pero con las manos y no con las caderas era un especie de pogo, lo que hacían). Mi esposo que miraba un poco sorprendido, quiso saber de que hablaba la letra de esa última canción que yo había bailado con tantas ganas: "habla del pollito que tú me regalaste"…"yoooo?"…, pero yo ya estaba siendo arrastrada por alguna prima de la agasajada entusiasmada por una canción del Grupo 5 de Chiclayo, creo!! Todas las chicas peruanas se sabían de memoria las letras y las bailaban sin parar. Como yo no conocía mucho, aproveché para probar la comida, que no estaba nada mal.

Finalmente pusieron un par de salsas y mi marido pudo probarme cuanto ha avanzado y en todo caso mientras bailamos abrazados podríamos a decir que se desenvuelve bien. Antes de irnos pude bailar y cantar "el santo cachón", muerta de risa, llena de recuerdos, sorprendida de las estúpidas letras que nos hacen bailar sin querer parar.

Ha pasado casi una semana de esa fiesta y sigo canturreando sin qué ni porqué, mientras camino, tecleando, cepillándome los dientes, y eso me hace reírme de mí misma o es que eso es lo que suele llamarse estar contenta?...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Y caí en la cuenta....


Hace unos días fuímos a un concierto de SKA-P, un grupo español que me gusta y que se presentaba en una sala del centro de Bruselas. Fuí con mi marido, aunque en general los conciertos me agobian un poco por la cantidad de gente, por los empujones gratuitos e inesperados, porque por mi tamaño me pierdo la mitad del espectáculo y porque luego de cantar, bailar y saltar me da mucha pereza el camino a casa.

La sala de conciertos me encantó porque era más bien pequeña y tenía dos pisos como terrazas (como recuerdo que tenía el local de La Noche de Barranco). Nosotros compramos un par de cervezas y nos instalamos en el segundo piso, a la izquierda del escenario. El ambiente era genial, el sonido parecía bueno y la gente no paraba de llegar.

Mientras esperábamos el inicio y para no aburrirme me puse a mirar a la gente y a crear categorías.

Comenecé por los que había en mayoría, la «categoría adolescentes» :

- Grupo de chicas (donde siempre distinguía a una lindísima, una gorda, una achorada y otras dos mas bien normalitas),

- Grupo de chicos, que eran grupos mas heterogéneos (o todos eran gordos o flacos o feos o guapos),

- Duos o trios masculinos, pude identificar uno muy guapito con otro tirando para feo y/o un guapo gordo.

En la categoría jóvenes, que eran mixtos, estaban :

- Los «rastas», con cabellos largos, polos con la infaltable hoja de mariguana, las chalinas o gorros con los colores de la bandera de Jamaica.

- Los fanáticos que tenían polos, gorros, pancartas, pins y otros objetos con el nombre del grupo.

- También ubiqué a unos que denominé los «mas bien demasiado normales», aquellos que van a diferentes conciertos, sin identificarse hasta la médula y que en general son multiraciales y multiculturales…

…al definir mentalmente esta última categoría, inmediatamente y casi sin meditarlo me había incluído en ella, pero de pronto y dolorosamente me dí cuenta que NO, que ya NO, que a esa gente les saco por lo menos 10 años de ventaja, de experiencia bien vivida y que en general no me parezco a ellos (aunque quizá antes si me parecía).

Dejé a la gente en paz, no solo porque el concierto había comenzado sino porque el shock de la toma de conciencia fue muy fuerte, me di cuenta que el grupo de gente donde yo me hubiera colocado si no fuera yo, no solo no me gustaba mucho porque parecían espantar a los demás y adems porque eran minoría.

Noté que los que eran "realmente como yo" en el 2008, estaban en su mayoría ubicados en las terrazas, se mostraban menos exitados esperando el incio del concierto y en general tenían lentes, usaban cafarenas, tenían consigo sus carteras y sus abrigos.

Durante el concierto canté, bailé y salté, pero creo que un poco menos de lo que me hubiera gustado, porque en mi cabeza iba formándose una nueva imagen de mí misma... !!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Siento celos...

Estoy convencida de ser una mujer moderadamente celosa, emoción que tiene sus matices dependiendo de la persona con la cual tenga un vínculo.
De mis novios, en general sentía celos, que estaban relacionados con la necesidad de tener la exclusividad. No es que tuviera «mucho» miedo de que me dejaran por otra, es que me daba rabia que pudiendo yo seguir saliendo con otros chicos, solo saliera con él, y entonces esperaba como mínimo que tuvieran ojos, atenciones y caricias solo para mí.
Admito que con algún novio llegué a sobrepasar mis propios límites, pero no fue por puro y romántico amor, era más bien la consecuencia de haber asumido un compromiso en una relación a pesar de no estar 100% enamorada. Pasó que yo «creía» en esa relación, «sentía» que valía la pena (para que valía la pena ? pues, ni idea… !) y asumía mi decisión y entonces la posibilidad de la infidelidad me parecía más aberrante y ofensiva que de costumbre: «sería el colmo, que encima de todo, este huevas me ponga los cuernos».
En todos los casos con mis ex-novios, los celos se me pasaban al pensar que a la primera sospecha de infidelidad, yo les pagaría con la misma moneda, sin dudas ni murmuraciones, y después de eso los dejaría y pasaría a otro tema.
Ahora siento celos de mi marido y la sensación que me producen es una novedad. De él me siento enamorada y disfruto tanto de su compañía que puedo fácilmente imaginarme que alguien se interese en él con el consiguiente riesgo de que él le de bola. La diferencia es que ahora no me imagino poniéndole los cuernos ante la menor sospecha y entonces me siento un poco desarmada.
En relación a mis padres, nunca he sentido muchos celos porque le prestaran más atención a mi hermana. Creo que repartían medianamente bien sus afectos entre nosotras y nos daban diferentes tipos de atención, por lo que ambas salíamos ganando en roles tan opuestos como «hacer la payasa» o «ser la primera en aprender a leer y escribir».
De mi hermana siempre he sentido celos, porque nuestra relación ha sido desde el inicio fusional, con mucho amor combinado con dosis de rabia, competencia y reproches. Mis celos, respecto a ella, eran de las personas que llegaban a su vida y que hacían que compartiera menos tiempo conmigo, eran de las decisiones que tomaba con lo que se hacía cada vez diferente, más fuerte, más independiente, más interesante. Pero esos celos siempre fueron infundados porque he comprobado que a pesar de todo ella está siempre ahí para mí y que mi presencia siempre es bienvenida para ella.
Ahora ella está viviendo una nueva experiencia y aunque la acompaño de cerca no sé que es lo que va a cambiar entre nosotras. De nuevo siento celos, celos ambivalentes porque quizá esté por llegar alguien que sea tan o más importante que yo en su vida y porque quizá ese alguien se convertirá en un buen motivo para seguir como hasta ahora... o mejor.

jueves, 23 de octubre de 2008

Sigamos, si?

Apenas comprobamos que el hijo estaba profundamente dormido, fuimos directamente a nuestro cuarto, cerramos bien la puerta y empezamos a besarnos a oscuras y con muchas ganas.
Cuando ya no había ropa que estorbara y sus besos se dirigían a mi cuello (del lado de la oreja derecha), sentí cosquillas y no pude evitar reirme, él se río un poco tambien y atacó la oreja izquierda, y todo bien, una sensación agradable.
Una vez seguro que provocaba en mí las sensaciones correctas, siguió avanzando a besos la ruta hacia mis senos y exactamente cuando estaba atacando la teta izquierda, no puede evitar soltar otra carcajada, porque sentía muchas cosquillas. Mi marido, sonrió otra vez pero con cara de, qué te pasa?. Yo lo animé a continuar y él siguió acariciando y besando. Sus besos y sus manos me provocaban, me seducían, me encendían y todo iba bien hasta que alguna parte de su cuerpo o su aliento tocara/rozara mi oreja derecha o mi teta izquierda, cuando eso ocurría el resultado era inmediato, me moría de risa!!.
No sé porque pero "esas dos" no estaban erotizadas esa noche, no comprendo porqué no respondían «adecuadamente» a sus caricias, no me explico como estaban tan sensibles que un simple contacto me arrancaba una carcajada.
Algunas veces hemos comenzado a hacer el amor luego de una batalla de cosquillas, pero esta vez era diferente, aunque a mí en particular me parecía gracioso y sexy, era evidente que él se sentía un poco incómodo, para él mi reacción, no era sensual, y perdía poco a poco el entusiasmo, pero yo seguía muy interesada de experimentar esas dos sensaciones a la vez y le pedí que siguiéramos haciendo el amor pero que me dejara reir, que aunque le fastidiara,n que no hiciera caso a mis carcajadas, que tomara aire o pensara en otra cosa pero que continuara.
Y como él es un encanto, puedo decir que hice el amor muerta de risa y que la pasé muy pero muy bien!!.

lunes, 6 de octubre de 2008

La sopa y yo!


Cuando era niña no me destacaba por mi originalidad, y por lo tanto detestaba la sopa, especialmente la sopa de verduras, esa que mi madre decía que me ayudaría a ser grande y fuerte.

Mi madre que siempre se ha caracterizado por su punche y fuerza de voluntad, me obligaba a tomarla, pero muchas veces lograba distraerme de tal manera que ni cuenta me daba de que me embutía desagradables apios, zanahorias, poros, papas, coles y zapallos (ocurría tambien que encargaba esta tarea a la abuelita Rosa, o la empleada de turno).

Ellas usaban diferentes técnicas para desviar mi atención del horroroso e interminable plato de sopa. Obviamente comenzaban con el típico avioncito, y enseguida enganchaban a la típica « una cucharada por tu papá, otra por la tía Gloria, esta por el chico guapo de la esquina, etc ».

Luego procedían a cazar a todo bicho que osara asomar su existencia por el comedor, porque yo aceptaba una cucharada por cada animalejo despanzurrado a matamoscasos.

Cuando ya nos quedaba solo la mitad de la sopa, debían recurrir a los fideos, los sacaban de todas las formas y colores, los ponían sobre la mesa y mientras yo los organizaba ellas me empujaban las verduritas con esa textura que tanto me desagradaba.

Si la situación se ponía un poco complicada, y no me daba la gana de abrir la boca, bajaban la caja de botones, broches y cierres. Eso casi nunca fallaba y espero nunca haberme tragado un botón, pero en todo caso los esparcía todos y por cada botón que yo rescataba de un rincón imposible de la sala, aceptaba feliz una cucharada (como premio?).

En los días de berrinche extremo, para poder quedarse contentas de haberme embutido toda la sopa, usaban la distracción mayor, la última opción, es decir « el cofre de joyas de mi madre ». Ella tenía ahí muchos collares, los habían con perlas de todos los tamaños y colores, los habían también dorados y plateados, yo podía jugar ahí con todo tipo de pulseras, de piedras o lisas, gruesas y delgadas. Era un pequeño cofre de tocador, estaba hecho en madera de color claro, tenía unos adornos en metal negro, era muy pesado y estaba lleno de magia.

Hoy que he tenido un día de mierda, hoy que de la rabia y la frustación me dieron ganas de caminar desde el trabajo a la casa, hoy que felizmente mi esposo y mi hijo no están en casa para obligarme a sonreir, hoy que no me da la gana de responder el teléfono a nadie, hoy, me estoy preparando una enorme sopa de verduras para mi sola. Le he puesto todo lo que encontré en la cocina, y la estoy dejando que hierva mucho para que las verduras dejen de estar crocantes.

Hoy voy a servirme un plato enorme de sopa de verduras y voy a comerla delante del televisor, solita sin que nadie me obligue, porque ya no necesito que me distraigan para tomarla, pero la necesito para que todos los recuerdos que me traen su apariencia, su olor, sabor y textura, me distraigan, me acompañen y me den fuerza.

sábado, 20 de setiembre de 2008

Ay! Que dolor!!

Ayer sentada en mi oficina sin que nada extraño ocurriera tme empezó uno de esos dolores de cabeza, uno de aquellos que comienzan muy fuertes y que parecen no parar de aumentar en intensidad.

Esos dolores que te vuelven medio tonta, y que son tan intensos que todos tus pensamientos se van muy lejos y ya no puedes concentrarte en nada, salvo en sentirte mal.

Esos dolores que hacen que entrecierres los ojos y que frunzas el ceño. Esos, que no te dejan otra alternativa que decidir tomar algo para que se te pase lo más rápido posible.

Sentía que el dolor estaba ahí dentro pero que su poder se extendía por todo mi cuerpo y que hasta mi escritorio comenzaba a sentirse mal. Algo latía en medio de mi cerebro y tenía la impresión que ese algo estaba a punto de explotar dentro de mi cráneo.

Ese malestar esta ahí encerrado y yo tenía cada vez más ganas de golpearme la cabeza. Darme un par de buenos golpes parecía una buena solución, un par de golpes muy fuertes y quizá el dolor podría desaparecer rápido, tal como llegó.

Tanto dolor y la posible solución tan simple, tan al alcance de mis manos, pero no me atreví o mejor dicho no tuve le tiempo, porque el medicamento empezó a hacer efecto.

Cuando finalmente el dolor pasó me quedé pensando en los dolores (creo que es obvio que no tenía otra cosa más interesante de que ocuparme).
Por ejemplo, cuando te duelen los pies, la barriga o el cuello, tienes ganas de frotarte o pides a alguien que te haga un masaje. Cuando te duele el estómago, o tienes cólicos no hay nada mejor que sobarte un poco y poner algo calientito.
Pero como es posible que cuando te duele la cabeza, o una muela o los oídos, en lugar de pensar en hacer algo suave y agradable, la idea de golpear o arrancar venga a nuestra mente ?, es una cuestión de institnto ?, le pasa a todo el mundo, o soy la única loca a la que se le ocurren esas cosas ?
En todo caso, felízmente que existe el paracetamol efervecente que actúan en menos de 10 minutos.

lunes, 25 de agosto de 2008

Se acabaron los juegos Olímpicos

Felizmente ya se acabaron los J.O. porque ya me estaban complicando demasiado la vida. Digamos que cada día que veía los juegos en la tele, no podía evitar sentirme cómplice de cualquiera que no respete los mínimos derechos humanos. Cuando miraba a los atletas dar todo de sí, de pronto recordaba cuantas veces, en el pasado, el deporte ha servido para maquillar encierros, torturas, robos, injurias, violaciones, etc.
A pesar de eso (y con mi consciencia gritándome que era una necia), también he sido capaz de disfrutar del esfuerzo de los participantes, he compartido la alegría de deportistas que se sobrepasaban, que lograban sus metas, que superaban sus límites.
También me he enojado con árbitros injustos, he sufrido con los que llegaban últimos en las carreras de ateltismo, y me han dolido las lesiones de los que se sacaron la mugre.
Pero cada día, frente a la televisión, estaba harta de ver tantos deportes y no sentirme motivada por ninguno. Ni uno solo me llama la atención como para ponerme manos a la obra y sin embargo podemos decir que cada olimpiada nos ofrece novedades en este tema.
Seguramente no entiendo el sentido de los J.O. en eso de que deportes se incluyen, pero sé que están por sacar de la lista al «baseball» y entonces por qué ví una competencia de «bici cross»? eso ya me pareció un exceso, pero es posible que se deba a que soy una retrógrada en eso de los nuevos deportes de competición?.
En todo caso estoy muy contenta que los J.O. duren solo algunas semanas, porque si no entonces mi indiferencia por la práctica de cualquier deporte se convertiría en un rechazo absoluto.

miércoles, 30 de julio de 2008

Una Miss?!

- Fiore, desde cuando eres belga?
- Desde hace dos semanas, más o menos
- Y no te interesaría participar en ese concurso?
- Para ser elegida Mis Bélgica?
- Sip, dicen que están abiertas las inscripciones
- Ya, pero para participar tienes que ser muy linda
- Por eso
- Pero linda como las chicas que has visto en la publicidad
(digamos que soy la mezcla de la sierra y la cotsa: bien chola!!)
- Cuando te maquillas tu eres más linda que ellas
- Hay que ser flaca (solo entre nos, admito que tengo unos 12 kg. de más)
- No tan flaca, yo creo que tú estarías bien
- Hay que ser alta
- Sí? todas son altas? (mido 1.54m bien estiradita)
- Me parece que sí
- Ah ! Pero podrías intentarlo no?
Entonces lo abracé y le dí muchos besos en la frente (porque si lo beso en la cabeza se me queda toda la cara pegajosa por el kilo de gel que se pone cada mañana).
Todo me hace pensar que para mi hijo soy tan linda que podría ganar un concurso de belleza, pero, hasta cuando me seguirá juzgando con los ojos de su cariño?
Cuando esté en plena crisis adolescente y odie y rechace todo lo que venga de mí, seguirá pensando lo mismo ?
Con que ojos juzga a la noviecita que tiene desde hace 2 semanas ?
Cuando me mira furioso porque lo castigo, le impongo reglas o lo obligo a estudiar, verá que realmente soy gorda, chata y ni tan linda?
En todo caso esta noche tendrá doble postre, podrá jugar a la X-Box hasta un poco más tarde y le daré un buen masaje a sus pies.

sábado, 19 de julio de 2008

Mi madre y su mácula!

Hace muchos años, a mi madre le detectaron «degeneración de la mácula» en un ojo y no se volvió a hablar del tema, ni para curarlo, ni para mejorarlo, ni para hacer el duelo. Ella decidió que era producto del estrés y leer siempre tensa.

Hace unos meses le detectaron en el otro ojo «degeneración de mácula» y está vez le propusieron como tratamiento para mejorar la visión de los dos ojos afectados, y detener el avance del deterioro, 3 inyecciones en cada ojo. Este tratamiento es nuevo, muy delicado y costoso, y ella no estaba convencida.

Para no dar un paso en falso a propósito de su salud, ha consultado a 5 médicos oculistas (de dos clínicas privadas, del Instituto Nacional de Oftalmología, del Seguro Social y uno en su cabinete privado) y por esas casualidades del destino, que no logran engañar fácilmente a mi madre, todos han coincidido en el diagnóstico y en el tratamiento. Frente a este sospechoso azar, ella aun tiene dudas.

Para tener las cosas más claras, decidió comentar con su grupo de amigas del grupo «té de los martes» y todas conocían la enfermedad pero ninguna sentía que el tratamiento propuesto por los especialistas fuera el mejor.

Llamó entonces a su amiga, la que tiene 5 hijos (uno los cuales es dentista y los demás andan dispersos por el mundo), porque ella conocía hace unos años a «una señora» que tenía mácula entonces le diría qué tratamiento siguió... desgraciadamente su amiga ya no ve a «esa señora» pero cree que no se puso ninguna inyección nunca en ningún ojo.

Mientras seguía pensando que decisión tomar, se acordó que el hermano del esposo de su hermana (que tiene un hijo que es médico) había trabajado muchos años como administrador de un hospital y entonces quién mejor que él para orientarla. Resultó que éste señor, también tiene mácula, y no sigue ningún tratamiento porque está convencido de que no hay solución a los achaques de la edad.

Se contactó entonces con su amiga, la que es dermatóloga para ver si ella conocía a algún oculista de confianza que la pudiera ver para hacer un diagnóstico real. Ahora está esperando que cuando saque la cita, por segunda vez, en el INO, le toque este conocido de su amiga, para que por fin alguien le de luces sobre que decisión tomar.

Ha preguntado a todos sus hermanos sobre sus dudas y ninguno entiende de medicina, pero felizmente y a pesar de que todos le tienen miedo a las inyecciones en los ojos, le han dicho que haga lo que el médico diga... claro, falta ver, a qué médico mi madre le dará el voto de confianza.

Sé que es una decisión dificil, comprendo que da miedo que te pinchen los ojos con un producto que en un principio estaba destinado al tratamiento del cáncer y que por el azar resultó siendo bueno para tratar la degenración de mácula húmeda. Estoy segura que todas estas vueltas, son solo una manera de postergar, soy ejemplo de eso de que « es más fácil cuidar de la salud ajena que de la propia », soy consciente que ha sido mala idea decirle que si no se decide pronto ya no tendremos que pagar las inyecciones, pero que estaremos obligados a comprar un perro lazarillo...pero me saca de quicio y me da pena que ya no pueda leer sus libros.

A pesar de sentirme atascada a un océano de distancia, porque vanidosamente pienso que si estuviera ahí con ella de dos carajos le hacía dejar de andar preguntado a todo el mundo y se ponía su primera inyección de inmediato...De alguna manera estoy segura de que es buena, para todos, esta distancia, porque nos permite crecer y hacernos cargo de nuestras vidas y tomar nuestras propias decisiones... aunque estas tomen mil años !!

Quién educa a quién?

Reglas de cortesía
- Deja de mirar por la ventana
- Por qué ?
- Cuando lleguen te van a ver esperándolos
- Y ?
- No es nada gentil de tu parte esperarlos así
- Pero por qué ?
- Porque van a ver que los estamos esperando
- Pero, "los estámos esperando", es la verdad, ya tienen 20 min. de retraso
- Sí, pero no es gentil con ellos esperarlos así
- Pero ellos están tarde, eso tampoco es gentil
- ....

Reglas de seducción
- Cuánto falta ?
- 5 min. para que sean 15, pero llamarás dentro de unos 10min
- Por qué ?
- Porque si no va a darse cuenta de que estás desesperado por llamarla
- Ah… !... Pero puedo llamarla dentro de 7min. no ? así habrá esperado 2!!
- Como quieras
.......
- … Pero por qué no se conecta ? Dijo que lo haría en 5min.
- Te está haciendo pagar los dos minutos que la hiciste esperar
- Eso es tu culpa...
- Sí, bueno, casi, después me lo agradecerás
- ...Pero ya pasaron 5min. que le pasa ?
- Se está haciendo esperar
- Me duele el estómago, por qué no se conecta ?
- Ah !! esos son los primeros pequeños dolores del amor
- Qué es eso ?
- Que cuando uno está enamorado, a veces duele
- Cuando se pelean
- También, pero esta vez hablaba de como duelen los minutos que separan a los enamorados
- …
- Por fin se conectó, le voy a preguntar porqué se ha demorado tanto
- Ni se te ocurra hablarle primero
- Por qué ?
- Porque ella te ha hecho esperar, que piense que no estabas atento
- Pero yo quiero ser el primero que dice HOLA
- …
- Ahora sí le pregunto por qué se demoró
- No !
- Pero si es lo quiero saber, por qué debo hacer como si no me interesara ?
- Porque sí !
- … Dice que estaba buscando algo en Internet
- … ash !!

domingo, 13 de julio de 2008

Tiembla Bruselas

Estaba completamente segura que una de las muchas cosas que no podría pasarme en Bélgica (además de: comer picante de cuy, viajar en mototaxis, correr olas de pechito y demás) sería vivir un temblor.
Hoy domingo, a eso de las 3pm. y escuché el ruido típico de un temblor. Busqué instintivamente los ojos mis adorados, pero me sentí completamente SOLA, pues para ellos ese sonido no significaba nada.
Cuando sentí el sacudón, seguí mirándolos pero ni se inmutaron y entonces no me contuve:

- Ha sido un temblor!
- No que va! Louka, que estás haciendo?
- Leyendo...
Y recién ahí logré que me prestaran atención y que pensaran en la posibilidad de que una limeña como yo, habituada a los temblores, podría diferenciar el sacudón producido por un camión, por la caída de mi hijo o por otro extraño motivo de un sismo.
Pero solo, luego de ver en las noticias, me miraron como me lo merecía, con esos ojos que dicen:
"guauu!!, assuuuu!!.. y nosotros ni nos dimos cuenta"
Fue un temblorcito de solo 3 grados nada más, muy cortito y su epicentro está situado a unos 100km de Bruselas, pero fue mi primer temblor en este país y por la covertura que le dieron las noticias (hablaron como 20 min. del tema y nadie se explica proqué y cómo puede haber pasado acá), será el último en los próximos 20 años.
Por eso he descartado la idea de instruir a mi hijo y a mi esposo sobre los bemoles de las evacuaciones en caso de sismo... o, mejor si?!

lunes, 30 de junio de 2008

Un día...

Hoy no tengo ganas de ir a la cama para dormir, porque no quiero que sea mañana.
Es la una de la madrugada y sentada en la ventana pienso que alguien en alguna parte debe estarla pasando peor que yo.
Hoy no ha sido un día maravilloso, ni especialmente malo, solamente quiero que siga siendo hoy por unas cuantas horas.
Hay millones de cosas que podría hacer además de sentarme a mirar la televisión, pero por lo menos no he tocado las papitas fritas que están en la mesita de centro.
Hoy no quería ver a mi hijo, porque me desborda con su energía, con las miles de cosas que quiere mostrarme, con las historias que cuenta, con su sonrisa al mirarme decir "no" o decir "si".
Hoy fue un día como cualquiera, solo que no pensé mucho y puedo decir que las horas pasaron volando y me sentí ligera.
Antes de acostarte dejaste en calro cuanto me deseas, y aunque deseaba hacer el amor contigo, preferí dejarte ir a dormir solo, porque de haber sedido hubiera estado muy temprano en la cama.
Felízmente mi gata, que está loca, no me ha hecho el menor caso, no se ha acercado para ronronearme y pedirme cariños y tampoco me ha rasguñado.
Hoy ya ni siquiera es hoy, ya es ayer y sigo sin querer que se acabe.

martes, 17 de junio de 2008

Te amo, también cuando estoy molesta

Esperas que te diga que te amo casi al instante en el que sientes que la discusión está llegando a su fin, pero yo no puedo.
Cuando discutimos, siento muchas cosas pero el sentimiento de amor no pasa por mi mente y no soy capaz de decírte nada que se le parezca.
No significa que no te ame, ni que sté pensando en separarme de tí, solo que me siento furiosa, sola, vacía, impotente, con rabia y angustia y no puedo pensar en que te amo, tampoco pienso que ya no te amo.
Estoy segura de que eres el amor de mi vida, pero eso no lo puedo decir, ni sentir cuando discutimos, ni muchas horas después, ese sentimiento queda oculto por la necesidad que me invade, esa angustia por resolver cosas, por encontrar soluciones.
Que puedes hacer para que se pase más rápido ?, tampoco te puedo responder amor mío, así soy, la cólera me dura mucho rato, soy muy resentida, quiero encontrar soluciones apenas encuentro los problemas, deseo escuchar de tu boca las ideas que en mi cabeza se van formando y que creo que pueden ser una buena opción, quiero que te vayas y me dejes sola, pero necesito que te quedes a mi lado para estar segura que te inquietas tanto como yo... todo eso suena complicado y de verdad lo es, y pasa siempre en mi mente y en mi corazón en cada discusión.
Yo se que nadie puede reaccionar como yo lo espero, se que me amas por sobre todas las cosas, yo se que si pudieras ahorrarme las lágrimas lo harías encantado cueste lo que cueste, se que el 99% del tiempo que pasamos juntos soy la mujer más felíz del mundo, eso no está en duda.
Te amo, no porque seas mi marido, te adoro simplemente.

martes, 10 de junio de 2008

Llegué a Luebo

Después de 5 horas de sueño, de una ducha rápida y un desayuno ligero salimos al alba para ser pesados junto con otros "bultos" que volarían con nosotros (cosa de no pasar el peso justo para no estrellarnos en el medio de la jungla africana), serían 3 horas hacia el corazón de la RDC, con una pausa de 1 hora para cargar combustible.
Pasar por la balanza fue un trámite rápido, pero a eso de las 9am seguíamos esperando a que la avioneta estuviera lista, hacía calor y el jean, el polo y las botas « chancabuques » que había escogido para protegerme de las serpientes que también vivían en el campamento (que durante un mes sería mi casa) comenzaban a parecerme insoportables. A la distancia no lograba distinguir al piloto del avión que se encargaba de colocar en algún orden secreto todos los bultos, solo era evidente que era blanco. Me hubiera sentido más segura si hubiera sido negro solo por la necia idea de que conocería mejor su país (desde el aire ?), que tendría más experiencia de volar con las mínimas medidas de seguridad (presuponiendo que las reparaciones de la avioneta fueron hechas con piezas bamba!!), que en caso de emergencia sabría mejor que hacer (la improvisación es un rasgo de los africanos ?).
Finalmente, al sentarme en mi sitio intenté olvidar mis miedos pero el piloto casi me hace bajar de un salto al pedirnos que lo acompañemos en una «pequeña plegaria antes de iniciar el viaje, para que Dios nos acompañe y nos proteja» (luego sabría que era un pastor americano que trabajaba, por muy poco dinero, desde hace años en la RDC para ayudar a su prójimo), felizmente encontré, en las miradas irónicas de mis compañeros, un poco de calma.
Volamos sin novedad sobre varios matices de verde y de gruesas lineas marrones onduladas hasta llegar a Luebo. La pista de aterrizaje era también verde y desde lo alto se veía como una zanja en el medio de la vegetación. Había 2 camionetas esperándos en un extremo y podíamos ver a las personas acercarse corriendo para vernos (la mayoría de adultos no había visto a blancos desde hace 40 años y casi todos los niños nunca en su vida los/nos habían visto).
Al bajar del avión debíamos estar a 45°C, y ya no había vuelta atrás, me sentí sola, y comprendí que no solo estaba lejos de mi casa, sino que, de entrar en pánico y desear partir de ahí debería esperar una semana por la siguiente avioneta. Como en la mayoría de casos cuando la angustia se apodera de mí, tomé aire y empecé a observar: había verde y arena roja que se pegaba al cuerpo, habían niños y adultos que sonreían y nos gritaban y extendían las manos al otro lado de la palizada. Saludamos/despedimos lo más efusivamente posible (las consignas de seguridad nos obligaban a evitar cualquier tipo e contacto físico) a los que debían partir con la misma avioneta y esperamos, transpirando, a que desde la base enviaran una camioneta más (la primera había sido cargada rápidamente y al máximo con el material que traíamos y la otra que estaba ahí no era de nuestra organización).
En 40min. a través de un camino asentado y lleno de huecos, llegamos al campamento (de una dimensión de más o menos 4 canchas de tennis), completa y rudimentariamente cercado, había vigilantes en la puerta (ese tipo de cosas no siempre me hace sentirme más segura).
Conocimos a nuestra jefa de campo, vestida con un polito ligerito, pantalones tres cuarto y sandalias, era guapa, enérgica, segura de sí misma, clara en sus espectativas respecto a nuestro trabajo, vital pero un poco cansada y dispuesta a clavar sus ojos en los tuyos durante toda una conversación. Ella nos explicaba generalidades, nos señalaba nuestras carpas, las letrinas, las duchas, el salón de reuniones y nos invitaba a ir a servirnos que comer en « la cantina », y yo pensaba que si yo debía usar las botas todo el tiempo moriría y que más me valía no entrar en pánico.

lunes, 9 de junio de 2008

Pero, para que sirve el domingo?

Puede parecer una habilidad o un don especial, eso que tenemos algunas personas de poder aprovechar el domingo haciendo absolutamente nada de nada, pero para mí es lógico, es algo natural contra lo que no intento luchar y que se altera solo en caso de estar fuera de casa.
Desde que puedo decidir por mi misma, los domingos me levanto de la cama lo más tarde posible, tomo un super desayuno, y empiezo a hacer cosas que no impliquen alterar la posición ideal pqra ese día: sentada.
A veces podía sacrificar algún domingo para ir a la playa, ir al cine o a pasear, pero esas salidas eran al final del día y en casos muy pero muy especiales. También las compras de último minuto de navidad y del día de la madre y padre, podían sacarme de la casa.
Como ahora estoy casada, esta buena costumbre ha variado un poquito, porque hay un esposo y un hijo y entonces a veces me ocupo de preparar el desayuno, cocino algún postre, hasta vamos a «fiestas» de amiguitos, salimos al bosque para dar un paseo a pie o en bici y hasta puedo ir a ver partidos de football o visitar a la familia política.
Puedo decir que mi esposo y mi niño han comprendido que en domingo, yo no cuento, que no deben incluirme en sus planes, que de preferencia respondo con monosílabos y que mientras menos me mueva de mejor humor estaré.
Pero sucede que ellos, cada domingo siguen buscando cosas que hacer, razones para moverse y salir de casa y si no las encuentran rápidamente, empiezan a dar vueltas alrededor mío (sentada en el sofá limándome las uñas, pelando nueces, depilándome las cejas, viendo la final de Roland Garrós, etc) como intentando encontrar la inspiración para una actividad nueva y fascinante.
Y ocurre que alguno,
solo para hacer algo, se lance a preguntar «Fiore, que vamos a hacer?" , y no hay muchas posibilidades de respuesta, una de ellas suele ser: «yo nada, pero ustedes pueden hacer lo que quieran, no?», y en el mejor de los casos les recito la lista interminable de cosas que podrían hacer los dos (juntos o separados/fuera o dentro de la casa) si no quisieran hacerlas conmigo.
Ayer, a eso de las 10:30 am, mientras yo disfrutaba de mi lado de la cama y un poco harta de escuchar como mi marido no paraba de dar vueltas y refunfuñar, quise saber que pasaba y respondió «no me gustan los domingos, no sé para que sirve un día como éste ».
Francamente, después de 3 años y medio de casados y con un tan buen ejemplo delante suyo, este chico no ha aprendido nada !!

19 domingos en mayo

Al regresar de mi último paseo por Lima, mi padre, casi obligado, vino conmigo.
Como él es un especialista en encontrar buenas razones, coartadas y excusas para evitar viajar y/o pasar más de una noche fuera de su Lima querida, yo no quería hacerme ilusiones sobre su visita hasta verlo sentado conmigo en el avión, pero sucedió y estubo por estos lares durante un mes exacto.
Entonces se dió que cada mañana al despertarme encontraba a mi padre en el salón leyendo o viendo la tv, o en la cocina preparando algún jugo para él y para mí. Eso me recordaba un poco a los domingos cuando yo era niña y él se se quedaba en casa, se levantaba de la cama apenas abiertos los ojos (a eso de las 6 de la madrugada), iba a comprar pan recién salido del horno, empezaba a preparar el jugo y hacía ruído/nos llamaba para que nos despertemos a tomar desayuno.
También me hizo recordar otro poco a los domingos de mi adolescencia, cuando luego de levantarse, comprar el pan intentaba hacer el mínimo ruido al preparar el jugo para que no nos levantemos de mal humor y cuando nos sentábamos a la mesa a desayunar él ya lo había hecho pero se quedaba con nosotras unos 5min. solo para estar ahí.
Y así lo hacía acá también, se levantaba muy temprano, desayunaba, preparaba el jugo, se volvía a dormir, leía y se sentaba conmigo a la mesa acompañándome mientras yo desayunaba y conversábamos un largo rato.
Aprovechando su visita a Europa no solo se quedó en Bruselas conmigo, y viajó a Alemania, Suiza y Francia, creo que a él le gustaron las otras visitas, pero ahora que lo pienso esa es la causa de que fueran SOLO 19 domingos con mi padre, en este mayo del 2008.
Ahora cuando me levanto por las mañanas ya no está y lo extraño, pero sé que finalmente fueron 19 domingos en un solo mes y que de no vivir tan lejos y estar casada, quizá no los hubiese vivido nunca.

domingo, 1 de junio de 2008

Praline es una gata!!


Hace unos días Praline (bombóm de chocolate en francés) desapareció misteriosamente del departamento, así se llama mi gato, o mejor dicho la gata de mi esposo y mi hijo, porque ellos la escogieron, alimentaron, cuidaron, la hicieron jugar y cariñaron. Para ser más clara, fue mi hijo el que pidió, lloró, suplicó, prometió y pataleó por tener un gato y una vez en casa fue mi esposo el que se ocupó de todo lo demás… y eso sigue así hasta ahora. Praline es pequeñita, con ojos amarillos verdosos, carita de tonta y pelaje negro negrísimo, salvo por una minúscula manchta blanca en el pecho, es poco sociable y más bien arisca, le gusta que la cariñen pero donde a ella le da la gana y cuando se aburre te araña o muerde, o ambas cosas.
Cuando ella tenía 3 años más o menos se calló del departamento en el que Mickey vivía como papá soltero. Durante una tormenta parece que el viento la empujó y calló en picada desde el cuarto piso, luego de le debieron reemplazar algunos pedazos de hueso y cartílago.
Una tarde nos dimos cuenta que Praline no aparecía para maullarle a Mickey (lo hace unas 15 veces al día y lo va a recibir/despedir a la puerta, pero no hicimos nada asumiendo que estaba estresada por la presencia de mi padre en casa, pero la noche siguiente empezamos a inquietarnos. A mí en todo caso me asaltaron las dudas respecto a lo que debía sentir/hacer si efectivamente la gata había desaparecido: no estamos mejor sin un gato en la casa?… el presupuesto para la comida, arena y juguetes podríamos destinarlo a salidas a un buen resto !!… ahora que mi marido ya no trabaja en las noches no la necesito cerca para justificar cualquier ruido extraño a las 3 de la madrugada… si había nuevamente «saltado» hacia la libertad, era una señal de que no era realmente felíz ?… para parecer sensible, debería pensar en conseguir otra gatita inmediatamente?… y si la habían operado mal y se ha escapado porque estaba en celo?
Y en esas estaba tirada en mi cama cuando escuché MAUUUUuuuuuu!!!!!…. efectivamente, Praline se había caído/tirado otra vez por la ventana, esta vez solo fueron 3 pisos y a juzgar por como se paseaba por el jardín de los vecinos (ufff !! no deberíamos reemplazar ningún otro hueso). Mickey entabló diálogo con la gatita que nos miraba y maullaba hasta que un gato callejero la espantó sin asco.
Dos días después (el domingo y el lunes feriado no encontramos vecinos dispuestos a habrirnos sus puertas para rescatar a nuestra mascota) Mickey volvió con Praline en brazos y con muchos arañazos en los brazos, barriga y hombros, yo verifiqué que no tuviera pulgas y que tomara agua y volvimos a la rutina sin mucho esfuerzo, sin culpas y sin decisiones incómodas.

martes, 15 de abril de 2008

El inicio...

En el avión las proporciones se habían invertido, eran casi un 95% de los pasajeros, los hombres en general vestidos de manera elegante y las mujeres con hermosos y grandes peinados.
Habían dos tipos de aeromozas, las europeas que atendían a los pasajeros con tickets comprados en una agencia europeana (pasajes más caros y con salidas garantizadas) y las africanas con sus coloridos y voluptuosos uniformes que se ocupaban de los que habían optado por una agencia congolesa (en general envían el equipaje en otros vuelos y por lo tanto las personas saben de antemano que recibiran sus maletas 2 ó 3 días más tarde).
Como cuando viajo sola, intenté ignorar al desconocido de al lado, pero no dio resultado y terminamos conversando. En medio de la discusión me soltó sin reparos « yo trabajo y vivo en Kinshasa, yo adoro el país, lo que no soporto son a todos estos congoleses ». Esta frase me acompañó durante todo el mes que estube en la RDC, por corrosiva, contradictoria y cínica.
Sentí un alivio casi maligno, al comprobar que el aeropuerto internacional de su capital era mucho menos moderno que el de Lima, podríamos decir que en infraestructura, se parece mucho al de Juliaca.
Mientras esperábamos a un lado de la banda mecánica por nuestras maletas, comprendí que mi preparación mental para viajar al Africa no había servido de mucho, porque empezaba a sentirme agobiada al comprobar que excepto unas 20 personas, todos los demás eran negros. Me sentía parte de la minoría, pero siendo la única sudamericana, la única chola entre ese grupo de blancos, sentía además que yo era la minoría más mínima.
Ese primer día, todavía no era capaz de hacer diferencias entre los africanos, para mí todos eran iguales en color y en rasgos, la única referencia que encontré para encontrar categoría fue la ropa; habían personas vestidas elegantemente, los uniformados (policías, responsables de aduana o protocolos*, etc), los obreros (limpiadores, cargadores de maletas), los vestidos de sport, y los vestidos como típicos extranejeros (pantalosnes con muchos bolsillos, botas, lentes de sol sirviendo como vinchas, etc).
Luego de 3 horas de esperar por recuperar el equipaje y cumpliendo las indicaciones escritas que recibimos, los 9 seguimos a nuestro « protocolo » hasta el auto, ese tramo me recordó al Jorge Chávez, porque la mitad del gran grupo de personas que te espera a la salida del aeropuerto te ofrece todo y la otra mitad te pide cualquier cosa que puedas darles.
Según supe el grupo de la misión local nos esperaba para cenar y para hacer un briefing; por un lado esa era una buena noticia porque a las 10pm me moría de hambre, pero del otro lado significaba que debíamos conversar e interesarnos por otros antes de poder sentarnos a la mesa.
La ruta hacia "la casa" fue larga y transcurrió en la mayor parte por una gran avenida sin mucho tráfico y asfaltada pero con muchos baches. A los lados de la avenida había mucho movimiento de personas a pie y alrededor de mesas frente a kioskos. Los locales no tenía luz eléctrica, algunas mesas se tenían pequeñas lámparas o velas, pero la mayoría de grupos estaban a oscuras.
Llegamos a la casa principal, había piscina (el entusiasmo por nuestra presencia hizo que descartara la idea de lanzarme a la piscina) y una larga mesa con mucha agua y cervezas calientes nos esperaba. Me moría de cansancio, de calor y de sed, pero no lograba acercarme a la mesa para servirme agua y no estaba lo suficientemente concetrada para cortar las conversaciones que iniciaban conmigo para poder pedir agua.
Luego de cenar nos llevaron en auto a la casa donde habían preparado nuestros cuartos: super limpios, bien amoblados, con camas protegidas con mallas y toallas a discreción. Me lavé los dientes, caminé a oscuras hasta mi cuarto, apagué la luz, me metí cuidadosamente en la malla para evitar cualquier mosquito malariento cerca mío y prendí mi linterna que me acompañó hasta que me dormí.
Todo eso y la aventura no había siquiera comenzado.

*PROTOCOLO: persona contratada por una organización para agilizar los trámites legales o no dentro del país.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Nervioso

Esta noche jugamos por primera vez « nervioso », mi esposo, mi hijo, un amigo y yo. Para variar nos tomó mas de 1 hora terminar una sola partida, terminamos con las manos rojas, hicimos mucho ruido y nos reímos a morir.
Este juego me trajo muchos muchos recuerdos de mi pubertad/adolescencia. Creo que empezamos a jugar con los « chicos del barrio » a las cartas, casi a la misma edad que hoy tiene mi hijo (11 años). Hoy terminé mis cartas segunda y mientras los veía jugar, recordé mi casa de San Miguel, en cuya sala teníamos una mesa redonda que era cómoda para 6 personas pero al rededor de la cual nos reunímos muchos más púb/ado para jugar varias horas seguidas, día tras día: "nervioso", "8 locos", "uno", y no sé que más.
No estoy segura de cuanto tiempo nos duró ese gusto por jugar cartas, parece que fueron todos mis años de adolescencia que los pasé con ese grupo jugando en casa. Pasamos por varias etapas, al inicio solo cartas y chips, luego
poco a poco mis padres aceptaron los cigarrillos, un poco más tarde jugábamos tomando unas cervecitas (pero si no había dinero era ron con coca), cuando éramos muchos arrimábamos la mesa y nos tirábamos al piso.
Cuando jugábamos en casa, era hasta la madrugada y haciendo mucho ruído (las carcajadas, los gritos de dolor, los golpes sobre la mesa, las discusiones), mis padres nunca estaban en la sala con nosotros, aparecían de cuando en cuando y a eso de media noche solían dormir. Creo que podíamos jugar en casa, a pesar de todo el alboroto que hacíamos porque mis padres decidieron, inconscientemente, que esa era la mejor estrategia para tener a sus hijas en casa con el extra de conocer de cerca a todos los galifardos de sus amigos.
No se cuantos jugadores/amigos pasaron por esa mesa, pero recuerdo a Paul, que era el experto en lanzar varias cartas juntas sin que nadie se diera cuenta (salvo cuando intentaba lanzar mas de 5 cartas al mismo tiempo). Pienso también en Jorge, que en el fragor del juego no lograba quedarse sentado y debía estar de pie y así jugaba erguido sobre nuestras cabezas. Como olvidar a Guildo que también lanzaba varias cartas juntas, trataba, con cierto éxito, de dar algunas de sus cartas a quién perdía cada vez, él además era el peor cuando ponía la mano al final, porque lo hacia con tanta fuerza que casi nos trituraba los huesos. Lourdes, siempre llena de energía, solía terminar entre las primeras y eso estaba bien, porque era insoportable las pocas veces que no lo hacía. Jennie y yo, con el poco espirítu competitivo que teníamos, más que esforzarnos por ganar, disfrutábamos con las peleas, los gritos, las trampas y cuando no había acción atizábamos el fuego.
Jugando hoy con mi hijo y su amigo no solo me divertí, sino que sentí mucha nostalgia de mi adolescencia, de los amigos con los que crecí, esos a los que conocía casi de memoria, esos que quizá no me reconocerían hoy y con los que es posible que ya no tenga nada en común. Me sentí un poco triste al recordar el pasado pero me reí un montón y sé que cuando mi hijo entre de lleno en la adolescencia tendrá también ocasiones de retorcerse de risa.

domingo, 23 de marzo de 2008

Una vez al mes...

La sensación de una bola de energía atrapada en el pecho me da ganas de hacer algo (pero no sé bien qué), en algún momento se desplaza a mis manos que me desesperan porque casi muevo los dedos mecánicamente, también puede ir a parar a mis piernas y entonces ya casi la puedo sentir materializarse y trato de sacarla de ahí con golpecitos mitad zen, mitad histéricos que me ponen a refunfuñar.
En la noche doy vueltas en la cama para ver si al final logro dormir, pero las ganas de dormir no logran triunfar sobre un no sé qué que me mantiene despierta, ya casi estoy de mal humor porque toda la cama esta tibia de tanto cambiar de sitio y las almohadas también. Es peor si por la mañana me espera un día de trabajo, entonces me agobio, me angustio pensando que estaré cansada e insoportable.
La cabeza me pesa, casi me duele, es como si una mano muy ligera estuviera ejerciendo una fuerza permanente e intensa sobre mi, que flojera resistirse ; quisiera caminar sin levantar la cabeza porque siento los ojos hinchados y hago un esfuerzo porque mis parpados se abran al 100% de su capacidad, los pómulos también experimentan una sensación extraña, es como si estuvieran resecos, a punto de resquebrajarse, que fastidio.
No percibo tan claramente las hinchazones en mi cuerpo, pero el espejo me muestra que la retención de líquido y de « aire » de los 3 días anteriores se ha concetrado en todas las partes redondeadas de mi cuerpo: tetas, vientre, caderas, cachetes.
Comienzo a percibir el clásico dolor en la parte baja de la columna, por ahora llega en pequeñas y casi agradables oledas que me obligan a corregir una habitual mala postura, pero sé que si mañana no tomo las pastillas a tiempo, ese dolor será muy intenso, quizá llegue a doblarme y ojalá solo deba agarrarme de algo para esperar a que se pase.
Tengo mucha sed, pero me da rabia seguir tomando agua que se quedará en mi cuerpo hasta que todo deba partir, tengo ganas de caramelos y de cositas saladas, pero me resisto porque ya me da cosa verme asi de redondeada, quisiera quedarme sentada, o parada ?, que pereza, pero que ganas de hacer algo, siento mucho aburrimiento, pero podría quedarme en cama todo el día, también podríamos ir al cine ?, felizmente hoy cayó en domingo !! ... « felízmente » ?
Voy a prepararme un té de orégano, si funciona para los cólicos durante, debe funcionar para el malestar previo, no ? o mejor un vino caliente para que lo que tenga que venir, venga rápido? o de frente me empujo las aspirinas ? Si solo fueses esos tres diás que demandan una higien especial, te querría mas, pero me caes tan mal cuando te presentas con todos estos síntomas anticipatorios… QUERIDO PERIODO, TE DETESTO !!

jueves, 13 de marzo de 2008

Cuatro momentos...

29 años atrás:
- He averiguado todo lo necesario para que saques tu visa y vengas conmigo a USA
- De vacaciones ?
- No, para vivir juntos, para casarnos
- Pero yo todavía estoy estudiando
- ...
- En el COLEGIO
- Por eso, quiero hablar con tus padres para explicarles
- Pero yo no quiero
- Creo que primero será con tu mamá, ella se acuerda de mis padres cuando vivían en el mismo barrio
- Déjame en la esquina
- Te estás comportando como una niña
- …
En 1999:
- Cuando estube en México gané la loteria, no es mucho pero es suficiente para comprar una casa y vivir bien
- Que bueno, te felicito
- Quieres casarte conmigo ?
- Pero, estás seguro de lo que dices ?
- Si, yo sé que a tí te interesa la estabilidad y ahora puedo dártela
- Pero no es solo la estabilidad, siempre vienes y vas, nunca hemos sido pareja
- Pero tú sabes que te amo desde que te conocí
- …
7 años atrás:
- Lo he estado pensado y... que te parece de irnos a vivir juntos?
- En serio? Pero y si no funciona?
- Yo creo que es una buena idea
- Pero por qué? para qué? hasta cuando? dónde? cómo?
- ...
- Tienes respuesta a todo eso?
- ... porque si, no?
- Además, tú sabes que de las cosas de la casa yo no sé nada
- Pero eso no es nada coplicado...
- Tú crees, a mi no me parece, siempre ha habido alguien que se ocupaba de eso en casa... y eso toma todo el día
- Si los dos trabajamos como hasta ahora, podemos pagar a una persona
- Estás seguro ?
- Sí,... además puedes aprender, no?
- ...
Hace 4 años:
- Si vienes, podríamos vivir juntos
- Sí claro, pero yo soy medio complicada
- ... no me parece
- Hay muchas cosas que resolver
- ... lo haremos
- ... y en realidad yo no sé hacer nada de las cosas de la casa, nunca he lavado, cocinado, planchado, barrido, etc, etc
- Nunca ?
- Digamos que se cocinar 3 platos que me salen buenazos y de mi ropa interior me ocupo yo, eso sí
- Ah, ... pero yo he cocinado, lavado y limpiado la casa durante 4 años para nosotros dos, y la verdad si puedo por 2 puedo hacerlo para 3 personas sin problema
- …
- Qué dices? quieres, venir a vivir con nosotros?
- SI

domingo, 9 de marzo de 2008

Un día, para que un día no lo necesitemos!

Como parte de mis convicciones y compromisos personales y morales apoyo de manera permanente y sin restricciones el Día mundial e internacional de Mujer.
Estoy segura que tenemos muchas duras batallas que librar y ganar antes de poder pasar por alto la necesidad de tener un día al año impuesto a todo el mundo.
Cada día como ayer, los telediarios siguen presentando la noticia, quizá hoy con un poco mas de verguenza que hace 10 años, que :
- en situaciones laborales similares los salarios de las mujeres son menores que los de los varones, incluso los premios adjudicados en los principales torneos del mundo hacen esas diferencias,
- la mayoría de los cargos de poder y de decisión en las empresas siguen siendo masculinos, y que en política no tenemos mucha presencia,
las familias pobres optan en general por dar una educación a los hijos antes que a sus niñas,
- los cuerpos femeninos siguen siendo usados y maltratados para ofender a la población entera en la situaciones de guerra,
- la línea entre libertad de ser femenina y sexy y la percepción de una provocación insolente siguen siendo tan pero tan fina que acarrea agresiones sexuales de todo tipo,
- cuando llegan los bebés a un hogar quien disminuye sus horas de trabajo fuera de casa y aumenta sus horas de labor dentro al interior del hogar es casi siempre la mujer,
- nuestros subordinados en el trabajo siempre asumen, cuando los llamamos al orden o hacemos notar un trabajo mal hecho, que es a causa de nuestro período y nunca es su culpa,
- en casos de problemas para tener hijos, es la mujer que pasa primero todos los exámenes del caso y solo luego de que todo en ella marche bien, se procede a cuestionar el estado de salud de su pareja varón,
- los anticonceptivos, repletos de hormonas siguen siendo consumidos por las mujeres, y etc etc.
En mi caso, ayer recibí más besos y abrazos que lo habitual, pero en general todo transcurrió como un día normal, salvo que mi niño me dio la oportunidad de hacer algo muy pequeñito por nosotras : cuando vino a contarme la nueva técnica de « acercarse » a las chicas, puse más énfasis de lo habitual al explicarle que ni jugando debería fingir caerse para tocar a una compañerita y que si por hacer esas payasadas, su amiga le daba una buena bofetada yo la aplaudiría y además lo castigaría.
Ayer pensé mucho sobre que estaba haciendo cada día por educar a mi niño para que cuando él tenga mi edad, pueda influir en su entorno para que la lista de batallas a ganar sea más corta para las muejeres. De esa reflexión, hoy tengo una larga lista de cosas a cambiar en mi manera de «intentar formarlo » espero tener la fuerza y que él me siga teniendo paciencia, pero en todo caso no me parece nada fácil la misión que me impongo esta vez.